Cactus: a falta de agua, mucha belleza

Los cactus son una de las variedades de plantas que más llaman la atención a los amantes del mundo de la naturaleza (incluso a los no tan amantes), no solo por su famoso aguante a las largas etapas de sequía, sino también por su variedad de formas, tamaños, colores e incluso flores que puedes tener con esta maravillosa especie.

La formación de los cactus como los conocemos, es la consecuencia de un proceso evolutivo de adaptación a las sequías. El producto de esto es la pérdida de hojas y la acumulación de agua en sus tallos, desarrollando en ellos las yemas, de donde crecen espinas, pelos y flores.

Algo curioso sobre los cactus es que consumen dióxido de carbono por la noche, al contrario que el resto de plantas.

¿Cuánto y cuándo hay que regar los cactus?

Aunque a veces parezca que no, los cactus también necesitan riego. Algo clave a la hora de regar los cactus es dejar secar el sustrato entre un riego y otro. Pasarse con la cantidad de agua y humedad en la maceta de un cactus hace que aparezcan hongos y que la planta se pudra. Un error más común de lo que parece.

Lo que tarda la tierra en secarse hasta necesitar más agua es muy relativo, depende del lugar en el que este plantado el cactus: exterior o interior; maceta o tierra; material del que este hecho la maceta; y, por supuesto, la época del año y la zona en la que vivas (clima).

En los meses de verano, una estimación sería un riego cada 10 días. En primavera y otoño, deben dejarse más días de por medio. Por otro lado, está el invierno, época en la que no habrá prácticamente que regar debido al frío. Solamente si la planta está en interior y se ve la tierra demasiado seca.

¿Dónde pongo mi cactus?

En términos generales, casi todas las variedades de cactus prefieren situarse en zonas donde haya una constante luz solar que les dé calor, pero las variedades de la familia de los epífitos prefieren una alternación de sombra y luz. Hay que tener cuidado con el exceso de sol en los cactus que acaben de ser trasplantados o los que están en etapa de desarrollo.

Algo muy común en los cactus que viven en el interior es que, si no están cerca de las ventanas, poco a poco ellos mismos se estiren hacia esa zona buscando una fuente luminosa, perdiendo así su espléndido porte.

¿Qué temperatura les viene bien?

Al ser plantas que crecen en el desierto, donde se intercala el frío con el calor, tienen resistencia al frío. Pero, en general, los cactus son plantas que prefieren los climas cálidos y secos y pueden sufrir si se exponen demasiado a bajas temperaturas.

El peor enemigo de estas plantas es la humedad. Ésta, combinada con el frío invierno, puede resultar mortal.

¿Hay que abonarlos?

Por supuesto que los cactus necesitan abono, en mayor medida los que viven en macetas. Los cactus necesitan abonos bajos en nutrientes, ya que suelen plantarse de manera que drenen bastante bien el agua. Si nos pasamos con el abono podemos hacer sufrir a nuestra planta, ya que haremos que crezca demasiado en verde y en tejidos débiles que la harán menos resistentes a los cambios de temperaturas y pondrán en riesgo sus flores.

¿Cómo y cuándo trasplantarlo?

Para un correcto crecimiento, es bueno que los cactus sean trasplantados cada varios años por el agotamiento del sustrato y la falta de espacio. Es recomendable hacerlo en primavera o verano.

El nuevo macetero debe ser más grande, pero sin pasarse y, a poder ser, coloca una pequeña capa de piedras en la base para facilitar el drenaje.

Utiliza un sustrato con al menos la mitad de proporción de tierra, existen sustratos específicos para cactus ya mezclados.

Debes tener mucho cuidado con sus raíces a la hora de limpiarle los restos de tierra antigua, aun así, si dañas alguna sin querer, usa carbón vegetal pulverizado para sanarla.

Plántalo respetando la altura del cuello del cactus y déjalo a la sombra durante unos días para que se acostumbre a su nuevo recipiente.